Este trabajo surge de la necesidad de contribuir al estudio integral de la villa romana de Noheda (Cuenca-España), ya que, si bien es justo reconocer que hasta el momento ha sido el mosaico figurado la evidencia más notoria, se considera que la investigación sobre el enclave debe plantearse de manera integral, es decir, sin olvidar el tapiz musivario, pero otorgando la misma relevancia al resto de los aspectos conformadores de la villa.
Por ello, en los últimos años, el equipo de científico ha abordado un trabajo de investigación que ha permitido calcular los costes asumidos por el dominus, para la construcción de una estancia del complejo rural de grandes dimensiones (290 m2), que cuenta con una morfología destacada (triabsidada) y de la cual se tienen todos los datos: el triclinium. La buena conservación de los restos arqueológicos, ha permitido conocer al detalle la morfología de su planta, las técnicas empleadas para la cimentación, el alzado de las paredes, la decoración de las mismas mediante un zócalo de pacas de mármol sobre el que se elevan pinturas murales. Por esta razón, resulta un excelente candidato como modelo para ejemplificar este método de cálculo, al mismo tiempo que permite avanzar en el conocimiento de las fórmulas de financiación y adquisición de materiales que tenían los potentiores de las postrimerías del Imperio
La investigación sigue las líneas trazadas por los trabajos precedentes, que parten del estudio referencial realizado por J. De Laine sobre el proceso constructivo de las Termas de Caracalla, cuya publicación en 1997, y que años después continuaron otros, con trabajos de estimaciones del coste global del material empleado en la construcción de complejos monumentales como el foro provincial de Tarraco, el foro de Segobriga o el teatro de Cartago Nova.
Todos los estudios anteriores se realizaron de edificios públicos, sin embargo, hasta ahora no se habían afrontado análisis de construcciones privadas y menos aún de cronologías avanzadas (siglo IV). Por ello, el trabajo realizado en la imponente sala trífora de Noheda, supone una novedad ya que en primer lugar se efectúa cálculo del volumen de material utilizado. Para ello nos servimos del conocimiento de los lugares de procedencia de los esos materiales, ya que por un lado se han documentado la ubicación de las canteras de piedras calizas y areniscas empleadas, así como la cal usada como aglutinante, y por otro se conocen los tipos marmóreos empleados en la decoración, y por tanto se puede ubicar el punto de origen de los elementos lapídeos. Con estos primeros datos, se pasa a un segundo paso que es el cálculo de costes de su transporte, así como de la mano de obra necesaria para su transformación y puesta en obra. De esta forma es posible acercarse al coste total afrontado para la realización de esta gran estancia.
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